El reloj marca las…

El reloj marca las 11:40 pm, domingo, mañana tengo que escribir en HD-B y no tengo nada, absolutamente nada, estoy seco de ideas, mi mejor acercamiento a algo que escribir era una historia ñoña de la clásica pareja que se amaba y que por circunstancias que no definía aún se separaban, para después encontrarse por casualidad unos años después en un restaurante mientras acudían a cenar con sus respectivas parejas, la idea era construir una especie de escenario melancólico en el cual se hacían comparaciones entre lo que hacía cada uno y el porque lo hacían, era algo así como:

Ella, licenciada en letras, salía ahora con un músico, no un músico cualquiera, un músico de verdad, un músico del conservatorio, muy en el fondo le recordaba a él y a su manera de ser admirador de la música sin que supiera tocar ni la flauta dulce. Él ingeniero en sistemas, salía con una psicóloga, él que siempre había dicho que salir con una psicóloga era salir con alguien que podría analizarte y leerte como un libro, sin embargo muy en el fondo le recordaba la manera en que ella solía entenderlo en los momentos en que ni él mismo se entendía…

La historia iba así, supongo que ya tienen una idea, básicamente pretendía narrar en tercera persona la relación y similitudes de los amantes y sus nuevos amores, todo para después hacer que se toparan en el baño y que confesaran su amor, porque dentro del relato se daría a entender que la cosa se terminó porque él nunca pudo decirle cuanto la amaba y que ella en alguna especie de obstinación (ya saben cómo son las mujeres) se llenaría de orgullo y jamás se volverían a ver. Ahora lo imagino y es una escena breve donde salen ambos del baño y se topan de frente, se miran y él irrumpe el incómodo silencio diciendo: “te amo” y ella le contesta: “yo también te amo” y en el justo momento en que están mirándose fijamente a los ojos, así estilo Hollywood, bien emotivo donde se percibe que en un segundo más darán ese paso y se besarán apasionadamente, justo en ese momento, se abre la puerta de uno de los baños y sale una persona equis, pero que hace que ellos regresen a la realidad, y entonces comiencen a caminar cada uno a su respectiva mesa, sin decirse nada y tan sólo mirándose a lo lejos.

Con eso cumplía según yo el «más vale tarde que nunca», ellos confesaban su amor tarde, pero sin quedarse con la incertidumbre, ahora sabían que se amaban, pero tarde como para hacer algo al respecto. Eso hubiera sido la historia que suponía debían leer, pero al pensar de nuevo me pareció tan cursi y predecible que decidí desecharla, mi obligación personal era entregar algo con un mínimo de calidad, algo que estuviera mínimamente a la par de los buenos escritos que se han publicado, pero decidí desconectarme del mundo virtual todo el fin de semana y justo hace unas horas apenas me acordé, lástima que estaba yo tan lejos de una computadora como para ponerme a trabajar y, ahora, es tarde como para pensar en algo diferente y que sea bueno. Y fue ahí donde sucedió, Me paré de la cama, encendí la computadora y me dije, debo de escribirlo, a como de lugar, más vale tarde que nunca, Y comencé: El reloj marca las…

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Autor: Yair

El administrador de HD-B, escribidor amante de las letras y las muejeres. Un tipo más bien raro.

11 opiniones en “El reloj marca las…”

  1. uy por un momento pensé en mí… hasta que leí músico de verdad AJAJJAJAJ
    muy chido Yair… hasta para decir que no tenías inspiración.
    Cuando me dejas mandarte una crónica de mis aventuras en cuernavaca? jojojo

  2. A diferencia de los dos de arriba (jajaja, siempre quise escribir eso), no me gustó como desarrollaste el texto.
    Me parece que en verdad ya sabías que escribirías esto y cumplirías el texto jugando a la ironía. Creo que es un buen recurso, pero nada más.

    Aunque me gustó que el final fuera el principio.

  3. Yo creo que si que te inspiro la primer entrada de esta serie, porque hiciste algo parecido, que no fue más que poner a los personajes en la hoja, insinuar lo que seguía y que el resto lo imagine el lector.

    Un beso.

  4. una historia cinica? jajaja

    bueno, quiza me habria gustado leer aquella historia, yo tengo a alguien asi… se que cuando lo vuelva a ver pasara algo similiar, y aunque ya no este conmigo me reconfortara saber que aun, a pesar de todo, me sigue amando… aunque el si me lo dijo al momento… en fin… relato extraño… no me gusto.

  5. Pero ya dinos, ¿es en serio que no tenías inspiración o fue a propósito?
    No sé que decir, sí fue la primera, es cumplidor lograste tu objetivo de darle otra lectura a una historia completamente trivial. Si fue lo segundo, creo que faltó esforzarte más…
    Saludos!

  6. Ni complicada ni cíclica ni cínica.

    ¿Más vale tarde que nunca? ¿Más vale algo a nada? ¿Más vale malo por conocido que bueno por conocer?

    Los clichés no están peleados con la calidad, al parecer todos queremos ser el revolucionario que deje a todos con la boca abierta pero en ocasiones, como ésta, la boca abierta fue enmedio de un bostezo descomunal.

    Más suerte para el próximo mes.

    ¿Ya serán las historias futuristas?

  7. We, yo te entiendo. No es de bostezo, cuando me invitaron nadie me dijo que tenía que obligarme al tema como si de ello dependiera que no se colapse el Universo. De menos cumples con entretener.

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