Terreno perdido

Cuándo Gabriel termino conmigo me sentí morir, en especial porque me dejó por su exnovia a quien nunca pudo olvidar, desde ese momento me juré a mi misma hacer esfuerzos sobrehumanos para demostrarle que se había equivocado, para demostrarle que yo podía ser mucho mejor que ella, que Janet, la tierna Janet, la pudorosa Janet, la de la ligera sonrisa encantadora, la amorosa maestra de kinder, la callada, la princesa Janet ¡la pendeja Janet! Toda la tristeza de la separación la convertí en un incentivo para la dieta estricta y sesiones en el gimnasio maratónicas, para quedarme hasta tarde en la oficina y conseguir la gerencia, para demostrarle que yo podía ser mejor.

Después de un año de dedicarme exclusivamente a mi cuerpo y a mi carrera tuve un viaje de negocios en otra ciudad. El hotel estaba repleto de los mejores especialistas en ingeniería y al segundo día lo vi, como en uno de esos cursis cuentos de hadas, Gabriel apareció frente a mí con su encantadora sonrisa, haciendo un esfuerzo sobrehumano reprimí mis ganas de correr a sus brazos, me quedé de pie y dejé que él se acercara, percibí el brillo en sus ojos como la primera vez que nos vimos y me abrazó como si todavía fuéramos novios, al diablo el decoro, me abrace a él con desesperacion, como si no hubiera nadie más en la sala, como estar perdida y llegar a casa, el pegó sus labios a mi cuello mientras intercambiábamos algunas palabras y seguíamos enlazados en un delicioso abrazo, me contó de su vida, sin mencionar a Janet, yo sabía que seguían juntos pero tampoco quise preguntar nada. Seguimos hablándonos los días que siguieron, cada vez el contacto era menos discreto, los abrazos más delatadores, los besos en la mejilla se acercaban mas a los labios, los coqueteos mas descarados, llegue a olvidar que estaba en un viaje de negocios y me sentí como una colegiala enamorada. Estaba segura que había logrado recobrar algo en él, estaba segura que pensaba en mí todas las noches; estaba segura que lo recuperaría.

Durante una larguísima conferencia se sentó a mi lado, pasaron horas y alguna falla debe haber habido en el aire acondicionado que el salón estaba tan caliente y oscuro por las diapositivas que yo apenas podía mantener los ojos abiertos, de repente Gabriel puso una mano sobre mi rodilla, por encima de mi falda, ya sabes, esas faldas negras muy al estilo «ejecutiva» la mesa nos cubría así que nadie podía ver nada; me tomó tan desprevenida que no pude disimular el sobresalto, dejó su mano descansar sobre mi pierna durante un tiempo, entonces empezó a mover lentamente la mano hacia arriba, manteniendo la presión, lo que hacía que mientras su mano subiera, también subiera mi falda, luego hacia abajo, y otra vez hacia arriba; al cabo de un rato, mi falda dejaba entrever mi ropa interior, estaba roja como un tomate y aún más cuando su mano empezó a separar mis piernas para realizar caricias aún más atrevidas, yo trataba de contener el temblor de mis labios, por primera vez voltee a mirarlo y lo vi mirando fijamente hacia el frente como si pusiera atención, me hizo un guiño con el ojo y temiendo que se doblaran mis piernas al ponerme en pie me acomode la falda y salí en silencio del salón de juntas, de reojo vi que el hizo inmediatamente lo mismo y entré a uno de los baños del pasillo del hotel, me detuve un rato, en dos segundos el abrió la puerta y empezó a besarme, jamás olvidaré ese beso, no fue un beso tierno, mas bien fue un beso con hambre, tenía ganas de arrebatarle el aliento con ese beso, de dejarlo sin respiración hasta el desmayo. Con un deseo arrebatador empezó a besar mi cuello mientras metía una mano por debajo de mi falda y con firmeza acariciaba mis muslos, sus dedos rozaron mi ropa interior, la hizo a un lado y su dedo empezó a entrar y salir con una deliciosa cadencia mientras mis caderas subían y bajaban a cada movimiento de su mano, mientras, su otra mano desabrochaba los botones de mi camisa y sacaba mis tetas del sujetador acariciando y poniendo duro mi pezón, en ese momento yo sabía que la razón lo había abandonado, era como un animal, lo veía en su expresión, aunque para serte sincera yo estaba en las mismas condiciones, con un par de jalones me deshice de su cinturón y sin una pizca de delicadeza metí la mano en sus pantalones, me di la vuelta y apoyé ambas manos en el lavamanos mientras me veía reflejada en el espejo con una expresión desencajada, cuando quedé completamente penetrada, exhale el aire de golpe, y seguí con pequeños gemidos casi inaudibles aún en el silencio del baño. Tenia la falda toda enrollada por encima de la cintura y mi ropa interior en las rodillas, a decir verdad me encanto que me pusiera así, que mejor forma de demostrarle lo que el despecho me había obligado a hacer en el gimnasio, te apuesto mi aguinaldo, y mira que es mucho, a que Janet jamás tendrá unas nalgas como las mías, como las que Gabriel aprisionaba con deleite mientras me ayudaba para impulsarme más dentro de él, su respiración demostraba que estaba a punto de venirse cuando de pronto tocaron firmemente en la puerta y una voz tratando de parecer amable nos indica que llevamos demasiado tiempo ahí dentro, en mis años de estudiante tal cosa me habría hecho morir de pena pero en ese momento me pareció lo más divertido y a Gabriel también, nos mal acomodamos la ropa como pudimos y salimos corriendo del baño sin mirar atrás, tomados de la mano, muriéndonos de risa y nos confundimos con la multitud de gente con traje que salía de varias conferencias al mismo tiempo.

—Tengo que verme con mi jefe en media hora.— me dijo mientras acariciaba mi rostro con una mano y me tomaba de la cintura con el otro.

—Te espero en mi cuarto a las 10:30.— le dije mientras le plantaba un ultimo beso y me iba caminando entre nubes.

Era la noche decisiva, podía repararlo todo o perderlo de una vez y para siempre, tenia tiempo suficiente para arreglarme y cerca del hotel había un centro comercial en el que me compré un conjunto de lencería, a Gabriel le encantaban esos detalles, esos que hacen que una mujer luzca mejor que estando desnuda, pero no cualquier lencería, no un conjunto propio de una putilla, el prefería algo mas… elegante por así decirlo, así que pasé un tiempo considerable escogiendo el adecuado, me probé un precioso conjunto negro con medias de red y corsé con detalles en vinil pero lo deseche enseguida, demasiado fetish para el gusto de Gabriel, no era ocasión de usar rojo, con un descaro que me regocijó pensé cual sería el conjunto que elegiría Janet, así que me decidí por un delicado juego de encaje blanco con liguero que me costó mas que los zapatos de diseñador que traía puestos… a que una maestra de kinder no podría costearse algo así eh.

Tomé un baño, me arreglé el cabello, algo de crema perfumada en todo el cuerpo, el atuendo recién comprado y algo de maquillaje, me pinté los labios de rojo y algo de sombra oscura, me miré al espejo y me desmaquillé enseguida y me pinté los labios de rosa pálido con una sombra clara apenas perceptible. Ya estaba lista, me miré en el espejo y me regocijé, este era el momento de demostrar lo que había hecho en un año, el trabajo duro en el gimnasio me había dado una figura increíble y el éxito en mi trabajo me había permitido estar ahí, en el mismo nivel que Gabriel… quizá un poco más alto. Estuve modelándome a mi misma frente al espejo casi 15 minutos, en cuanto me viera no tendría cabeza para nadie mas, la pequeña tanga de encaje era algo transparente y me llegaba a la cadera, el brassiere era de media copa y también se transparentaba mi piel, por un momento jugueteó en mi mente la idea de empezar a masturbarme ahí mismo, pase la mano suavemente por mis senos, palpando su redondez, baje las manos por mi abdomen y pensé que todas esas dolorosas sesiones de abdominales eran para este momento, toda esa abstinencia de helado y pastelitos eran para este día, a punto estaba de introducir mi mano por debajo de la tela de mi tanga cuando escuché que llamaron a la puerta, era él, con siete minutos de anticipación. Me apresuré a abrir la puerta así como estaba y Gabriel soltó un jadeo cuando vio mi atuendo, no se lo esperaba, rápidamente entro y me abrazó, lo conduje hasta la cama y nos acostamos juntos, me abrazó y me besó de la manera más tierna que lo halla hecho nunca, ahora había tiempo, teníamos toda la noche, no había porque apresurarse, comenzó acariciando mis piernas con suavidad, después acarició mis senos igualmente por encima del sostén, siguiendo con su dedo el relieve del encaje, después de un buen rato de caricias y palabras me arrodille ante él introduciendo su pene en mi boca, chupando como si en ello se me fuera la vida; y es que no es lo mismo hacer una mamada así nadamás que hacer una mamada con amor… es otra cosa. Sentado como estaba en la orilla de la cama me acaballe encima abriendo las piernas y abrazándolo con ellas. No me había quitado el sujetador blanco de encaje, pero sus tirantes caían por mis brazos, y mis pechos se temblaban a cada embestida, Gabriel se echó hacia atrás y quedó acostado en la cama, yo me senté de espaldas a él con las piernas abiertas, despacio, con mucha lentitud, mientras contenía la respiración fui entrando, sus manos cogieron mis caderas moviéndome hacia delante y atrás, primero muy despacio y después rápidamente, hasta que yo sola seguí con el ritmo, un ritmo digno de alguna frenética danza africana, en ese momento ya no pude pensar nada más, la imagen de Janet apareció en mi confusa mente y desee soltar una maldición, desee voltearme y soltarle una fuerte bofetada a Gabriel, pero no, eso no es lo que haría Janet, la dulce Janet…

Horas después por fin cedimos al cansancio, mi cabello estaba desordenado, el pantalón de Gabriel, su chaqueta, su camisa y la corbata estaban en el suelo, mi sostén estaba en la cama, la tanga enredada en las sabans, tenia puesto únicamente el liguero mal acomodado.

Por fin volvía a dormir a su lado, volvía a recostarme en su pecho arrullada por su respiración. De pronto escuché un balbuceo, recordé que siempre tuvo la costumbre de hablar dormido, apunto estaba de quedarme dormida cuando el ritmo de su respiración se interrumpe con un largo suspiro que yo interpreté de satisfacción hasta que un par de segundos después, medio adormilado, casi en un susurro le escuché decir tiernamente: Janet…

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15 opiniones en “Terreno perdido”

  1. Las partes eróticas estuvieron buenas, muy buenas pero creo que se perdió un poco el encanto en todo el set-up, y se extendió por lo mismo sin ser toda una horda de sensaciones erotizantes.

    Ahh esa Janet si que te comió todo el mandado; me recordó a una linea de de una rola de los Nine Inch Nails: And if I can’t have everything well then just give me a taste

  2. Me encantó, me encantó.

    Mucho mejor que tu primer relato.

    Te sentí más segura, con menos miedo de expresar o utilizar palabras, más encantadoramente «bitch» (agggg me encanta como suena esa palabra, así de SÍ Soy toda una bitch, muérete de la envidia pendej….a!», ay bueno será que soy mujer que a mí sí que me prendió cada detalle, eso de ser profesionista y poder comprarte lencería agggg mega hot, jajaaja.

    Y sí, yo tmb voy a verme un día en el espejo y decir «todo este tiempo en el gym aunado a la lipo que yo misma me pagué, han dado resultado» jajaja!

    La parte del baño… uff y recontra uff .. una vez lo hice y no, no, no, no….. aggg ya! suficiente! me voy a mis quehaceres jajajaja!

    Muy bien linda!
    Muy, muy bien!

    Sí, ahora éste se ha vuelto mi favorito.
    Una cachetada al final al pendejo hubiera sido la cereza en el pastel. jajaja!

    Abrazos!

  3. A mí también me encantó el relato.
    Sexy, a lo que va, con las palabras correctas para describir las situaciones, pero sobre todo, los pensamientos.

    El saber qué pensaba la protagonista me pareció un detalle soberbio.

    Felicidades.

  4. Que onda, Yari pues fijate que como que no estoy deacuerdo contigo, yo no siento que se halla perdido en algun momento el encanto o lo erotico porque precisamente era eso no? un relato erotico, no podia mantener ese «encanto» con un relato de «y se la cogio y se la volvio a coger y luego asi y luego asa y luego por aca» osea noooo que no se supone que una historia debe tener desarrollo, nudo y climax? o la idea era que los lectores se vinieran? porque pude haber escrito otra cosa para eso…

    jess, muchas gracias! claro, el primero que escribi fue un capricho de una idea ñoña y personal que queria escribir, este fue mas… pues para incitarlos jajaja, fijate que mi gran graaan imaginacion me permitio escribir eso porque eso del baño no lo he podido experimentar =( si pensaba poner algo de violencia al final pero mñe, porque que hacemos cuando algo asi sucede? por lo general nos colapsamos y nos quedamos como tontas impactadas =(

    Teh Dib, muchas gracias por tus comentarios, asi es, cada cosa con su nombre.

    PD: pinche Janet!

  5. ¿Recuerdas el comentario que te hice sobre el relato con la canción «El bar de la desesperanza»?

    Me pasa algo parecido con este. En aquella ocasión era simplemente un lector que disfrutó una buena lectura ayudada por el score indicado. Hoy, en mi (cuestionable) calidad de participante e integrante de HD-B, a pesar de que el relato me mantuvo intrigado -con su declive a la mitad, pero bueno, cuestión de estilo- y me hizo imaginar y de pronto volar de más mi mente, no puedo dejar de señalar pequeños errores.

    Una historia no necesariamente debe tener desarrollo, nudo y clímax como dices. Y la tuya tiene dos momentos climáticos, el primero más que el segundo a mi parecer, como fantasía, como idea cachonda y excitante al máximo. El encuentro en la habitación fue más del tipo romanticoso, aunque no por eso menos sexy.

    Me gustó el tipo de narración, formal, detallada, aunque para mi sí se rompe el ritmo cuando metes frases coloquiales que parecen forzadas, por ejemplo: …te apuesto mi aguinaldo, y mira que es un chingo, …; …la tanga… quien sabe donde quedó, …. Aaaah y algo que me sacó por completo de concentración y por lo tanto de excitación fue: …introduciendo de golpe su pene en su boca, …. Ya sé que es un error de dedo, o bueno, espero, porque no se me hace sexy un pene tan flexible que pueda ser autofelado, o alguien tan contorsionista. Diac.

    Por cierto, me da mucho gusto que siga mejorando tu redacción, de eso se trata ¿no?

    1. «con su declive a la mitad, pero bueno, cuestión de estilo» a que declive te refieres, dices que mi estilo es aburrido? =(

      Eso de que la historia no necesariamente tiene que tener las tres partes de la narracion pues no me queda muy claro y lo dije porque no entiendo el comentario de yair de que por momentos se pierde la «emocion» si se trataba dar la detallada narracion de un encuentro sexoso pues hubieran dicho y me ahorro la historia.

      En cuanto a las fraces coloquiales lo que intente fue hacer como que la vieja esta contando el chisme, asi natural y a su estilo y al mismo tiempo hacer ver que es una bitch, probablemente no fue lo mas adecuado para mostrar eso pero… ah… es que estoy chava (pretexto infalible que siempre usaba mi ex novio)

      eso del error del pene en su boca jajaja que risa, ahora mismo lo cambio.

      uy como que a nadie le gusto mucho esta historia…

      1. Depende del estilo de cada quien si quiere darle un respiro a su historia o seguirla de frente. Yo prefiero ir lento y subir poco a poco, pero ya no bajar hasta el final. Por eso no hay una estructura ideal para crear, depende de cómo lo sientas, sin embargo yo si creo que se perdió la euforia del primer encuentro en el baño. Después es muy difícil volver a subir, pero de nuevo, depende de estilo.

        ¡Estás chava! Jajajajajaja, pero llegará un momento en el que se te acabará ese pretexto. 🙂

  6. Aaaaah, se me olvidó decir (a propósito del madrazo del final:

    ¡A huevo! Pinche vieja, se lo merece por caliente. Pobrecito tipo, él tan enamorado de su esposa y ella ahí va a seducirlo. ¡Bah!

  7. Tssss no mames que relato tan delicioso, tan bien narrado, ayudando a la imaginación al 100%, un relato erótico de verdad, supongo que Yair está acostumbrado a libros que dicen erótismo con corrector sobre el título de pornografía, a mi muy personal gusto me ha parecido uno de los relatos más geniales de este blog donde me muestran ni más menos la manera de pensar de una bitch muy tierna, ilusa tal vez por pensar que un hombre como ese merecía a una vieja como ella.

    Yo si estoy chava.

  8. Oh, que buen relato, me gusto, a mi parecer tiene buen balance de erotismo, pero claro es mi opinion . . . ahora, de los dos finales, el primero me gusto más que el finalJanet . . . no se por que . . .

  9. Pues a mi me gustó muchísimo el relato, es casi como si estuvieras contando mi vida, cuando mi ex novia me dejo por otro guey (el cual por cierto es un pobre pendejo) me meti al gym y me aplique bien cabrón en la chamba, una ves me pidió que volvieramos, solo por subirme el ego le dije que no jajajaja
    La verdad es que muchas cosas habían cambiado desde entonces.
    Pero el relatro es buenísimo.
    Saludos

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