Fragmentos

Me gusta cómo me haces el amor, apenas entras a la casa y me miras de una forma que me detona las ganas que tu ya venías cavilando desde que estacionabas el auto, esa mirada tan segura que no necesita del más mínimo susurro para que yo me sienta halaga de esa manera de desearme con la mirada. Y luego te acercas a mí sin decir palabra, y me besas tiernamente mientras me tomas de la cintura y me subes a la barra, hueles a esa loción que te regalé la última navidad y portas la camisa de seda gris que compraste en nuestra luna de miel, tu pelo suavemente se desliza entre mis dedos y tu aroma me recorre lentamente mientras cierro los ojos y no despego mis labios de los tuyos.

Me gusta cómo me haces el amor, apenas entras a la casa y me miras de una forma que me detona las ganas que tu ya venías cavilando desde que estacionabas el auto, esa mirada tan segura que no necesita del más mínimo susurro para que yo me sienta halagada de esa manera de desearme con la mirada. Y luego te acercas a mí sin decir palabra, y me besas tiernamente mientras me tomas de la cintura y me subes a la barra, hueles a esa loción que te regalé la última navidad y portas la camisa de seda gris que compraste en nuestra luna de miel, tu pelo suavemente se desliza entre mis dedos y tu aroma me recorre lentamente mientras cierro los ojos y no despego mis labios de los tuyos.

Siempre has sabido como rozar mis orejas con una finura que podría acariciar al aire, y deslizas tus dedos por mi cuello y llegas a mi espalda y me abrazas, es increíble la manera en que tus manos puedan abrazarme con tal firmeza siendo tan suaves y precisas sus caricias, la sensación es de absoluta necesidad, como si no quisieras que me soltara nunca de tu cuerpo. Aveces creo que por eso no puedo dejar de mirarte cuando te alistas en las mañanas, la manera que entre vestirte y anudarte la corbata, no dejas de encontrar algún tierno pretexto para venir a mi lecho y besarme, tocar mi rostro.

Tu boca conserva un fino sabor durazno que mi perfume le impregna cuando me besas el cuello, la manera de mirarme mientras desabrochas mi sostén, mientras sueltas mi cabello, ha llegado a sonrojarme porque no hallo otra manera de liberar el calor que siento dentro cuando utilizas la mirada para decirme las cosas que luego has de decirme mientras me besas el vientre.

Los besos que propagas en justa medida saben siempre donde aterrizar si de mi cuerpo se trata, la manera en que las yemas de tus dedos peinan mis cejas y se van deslizando por mis mejillas y luego me delinean los labios, esas mismas que bajan por mi cuello y en complicidad de tu saliva rodean y rozan mis pezones. Pereciera que no fueras otro sino una extensión mía que se sabe así misa y nunca falla en la medida y ritmo de las caricias.

Necesito abrir los ojos y mirarte fijamente para verme perdidamente reflejada en tus pupilas miel, preciso de tu mirada de deseo y del susurro «te amo» que sueltas mientras mi cuerpo se estremece a cada movimiento que propagas dentro y fuera de mi. Me gusta cómo me haces el amor porque puedo dar rienda suelta a todo mi sentir y decirte con tu oreja entre mis dientes, cuanto te deseo y cuanto me gustas así.

Y entonces cierro los ojos y recorro tu espalda con mis manos, te sostengo fuertemente y mi cuerpo se tensa todo de un golpe, apenas y puedo exhalar y no consigo mas que emitir un leve gemido, mi estómago cosquillea mientras la caricias de tus manos se sienten como suaves impulsos eléctricos que recorren mis piernas, mi mente se pone en blanco, no logro escuchar nada, ni siquiera mis propios latidos. Mi piel erizada me provee sensaciones tan maximizadas que puedo sentir el sabor de tu cuerpo por mis poros, de pronto todo se vuelve una calma color arena, y mi respiración entrecortada recobra lentamente su cordura y te digo «abrázame», y tu sin titubear me rodeas y me cobijas, mientras acaricias mi mejilla hasta que sin notarlo, me quedo dormida.

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Autor: Yair

El administrador de HD-B, escribidor amante de las letras y las muejeres. Un tipo más bien raro.

17 opiniones en “Fragmentos”

  1. Es una historia que tiene momentos románticos más que eróticos, es lo que cada mujer espera del otro: amor, cariño, pasión, sensibilidad, ella describe el acto amoroso como cualquiera lo esperaría, pero en la vida real… no siempre es así jeje. En general me gustó.

  2. Muy tierno y rosita, digo, no esta mal, es solo que esperaba algo mas atrevido. es cierto! las mujeres somos ñoñas! pero me hubiera gustado algo mas intenso, tampoco asi de «oh si una mujer y dos hombres negros de ojos azules». Pero bueh! esta chido como no, tiene sus partecitas que dices… «ay… se me antojo»

  3. pubertillo….. eres un pubertillo.
    XD

    El erotismo es subjetivo.

    Pero…… voy viendo lo que te parece erótico jajaja!

    Abrazos capitán!!!

    PD.- Aroma a durazno fue lo mejor de todo… grrrrrrrr

  4. Ja, ups. Parece que la opinión común es que te fuiste demasiado a la ñoñez de las mujeres, y bueno. Parece que la protagonista es una niña de diecisiete años enamorada y enculada con su primer novio. Pobrecita, digo, aún le faltan sensaciones que probar, días que vivir, noches que gozar …

    ¿Sabes que sería interesante?

    Leer el mismo encuentro pero en voz del tipo, y que no fuera tan adolescente sino un viejo raboverde o algo así cochinón cochinón sucio.

  5. «abrázame»

    o

    «recuérdame»

    Creo que se trata de un erotismo romántico (si es que cabe o existe eso), idealizado por medio del amor. Hay mujeres que no se prenden si no las tratas bonito y les dices al oído «te amo», conozco una así con la que es difícil el trato rudo.

    Precisamente me vienes a reafirmar que el erotismo es bien distinto en cada persona y hay de plano a quienes no les mueve ni tantito.

  6. Leyendo los demás comentarios:

    creo que si la finalidad de Yair (a quien le he pedido que me tome fo-re-ver) era la de hacer un personaje a quien el erotismo va de la mano del amor, el cuento le funciona a la perfección.

    Hasta el momento los cuentos han sido bien diversos, espero que todos sean diamentralmente opuestos y que le segunda vuelta de cada uno traiga otras sorpresas.

  7. En definitiva es un cuento que juega más con el romanticismo que con el erotismo. pero creo que es dificil escribir una historia erotica que no raye en lo vulgar.

  8. Ay Dios mío.
    El señor ha estado involucrado con algunas ñoñas jajajajá.
    Nos ha quedado clarisimo.
    Saludos mi amor.
    (interrumpi mis vacaciones pa comentarte, sientete orgulloso)

  9. jijiji pubertillo!

    oh por lo que escribe simbad parece que suyo si va esta explicito…

    luisz!: acabaste con lo romantico de la historia!!! ahi dice que estan CASADOS

    israel: no andes de ofrecida

    diabla: no contestes comentarios que ni van para ti!

  10. Es cierto, pudiera ser muy romantico y tal vez ñoño, pero es muy bueno, describe muy bien lo que siente la protagonista . . . aunque me lo imagine como un sueño de niña de 16 . . . sorry . . .

  11. ¿Como? ¿Entonces como el relato es para mujeres, a las mujeres nos excita estar casaditas en nuestra casita esperando a que el maridito le hayan dado ganitas de hacer el amor? Creo que no conoces muy bien a las mujeres…y el día que diga yo muy propia «me gusta como me haces el amor…», me suicido.
    Saludos!

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