La luz no encendió (Lorena)

Si la luz hubiera encendido Nubia hubiera sido capaz de darse cuenta de que Isabel se encontraba ahí, parada junto a ella, observándola hablarle a la nada, acariciando y llorándole al viento y, sobre todo, repitiendo una y otra vez la misma frase como si esto formara una conversación con la oscuridad en la que esta vez ambas se encontraban.

– ¡Abre los ojos, perra!, ¡Abre los ojos, perra!, ¡Abre los ojos, perra!, ¡Abre los ojos…

Esto fue lo que impidió que Isabel la matara, mientras sostenía su nuevo cuchillo (el número 50 en su colección), el cual se disponía a estrenar en ella. Un hermoso bisturí que había robado la primera vez que había llegado al hospital a visitarla ¿Cómo no se me había ocurrido conseguirme uno de estos antes?, es muy bonito.

Continuar leyendo «La luz no encendió (Lorena)»

Share